domingo, 13 de diciembre de 2009

Televisión y entretenimiento

Creo que hay gente que se entretiene con los programas de cotilleos, es más, creo que todos nos entretendríamos con esos programas porque están pensados para enganchar. Algunos estaríamos tres minutos y cambiaríamos de canal, otros estarían cinco horas y aún les parecería poco. Claro que entretienen, no educan, ni culturizan, ni intentan hacer del mundo un lugar mejor... pero entretienen, y por eso tienen las mayores audiencias; no requieren pensar, pueden ser para todos los públicos y ponen en tela de juicio la vida de los demás (no la propia); la gente se engancha como a un culebrón (la vida de Jesulín, la muerte de Rocío Jurado, las tontadas de Ana Obregón), demás cada personaje tiene su historia y su rol. Claro que entretienen esos programas, a las amas de casa cansadas, a los trabajadores, a los altos, a los bajos, a los listos, a los bobos... es como ponerte delante de la lavadora y ver el centrifugado y olvidarte de tus problemas. Esa es la cuestión... ¡que entretienen!, si no fuera así no los vería nadie. El problema no es que se vean esos programas, el problema es si solo se ven esos programas, si esos programas son los únicos que aparecen en las horas punteras de televisión, si son el centro de las conversaciones, y si se toman como ejemplo de comportamiento. Creo que tenemos mucho que hacer al respecto, podemos intentar que nuestros alumnos vean otros programas, y lean libros, y vayan al cine o al teatro; ni siquiera es necesario que dejen de ver esos programas, lo importante es que los vean con ojos críticos, incluso con humor, y que comiencen a darse cuenta del verdadero significado de la palabra telebasura.

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